
Tras una extensa celebración por los 30 años de carrera, el español reaparece con Cardio, un álbum pop con que acaba de romper los cinco años que pasaron desde su anterior entrega de canciones originales. "Tenía mucha urgencia, llevaba cinco años sin componer", dice desde Madrid.
por Manuel Maira
Era una fiesta interminable. Los 30 años de carrera con un disco de éxitos grabado con amigos y una rentable gira, tenían a Miguel Bosé arriba de un carro muy difícil de parar. Dos años de viajar mucho y dormir poco. "No sé si vuelva a encontrar esa sensación tan positiva en mi vida; tenía muchísimo que agradecer a muchísima gente. Terminado el último concierto, me di tiempo para recuperar mi reloj biológico", dice por teléfono desde un hotel de Madrid, recordando el torbellino que levantó Papito (2007), el álbum de "grandes éxitos" que lo tuvo ocupado hasta mediados del año pasado.
Es mediodía y Miguel Bosé tiene sueño. Aunque bosteza cada dos minutos, a ratos se escucha animado, como cuando recuerda las ganas que acumulaba de dar con nuevas canciones. Porque sumando y restando, desde Velvetina (2005) que no mostraba material fresco. "Tenía mucha urgencia, llevaba cinco años sin componer material nuevo. Entonces tenía unas ganas enormes. Cuando tuve el tiempo, me lancé como una fiera con el disco", dice sobre el trabajo que compuso el año pasado en su casa de Madrid y que ahora acaba de salir en tiendas de habla hispana.
Lee la nota aquí
por Manuel Maira
Era una fiesta interminable. Los 30 años de carrera con un disco de éxitos grabado con amigos y una rentable gira, tenían a Miguel Bosé arriba de un carro muy difícil de parar. Dos años de viajar mucho y dormir poco. "No sé si vuelva a encontrar esa sensación tan positiva en mi vida; tenía muchísimo que agradecer a muchísima gente. Terminado el último concierto, me di tiempo para recuperar mi reloj biológico", dice por teléfono desde un hotel de Madrid, recordando el torbellino que levantó Papito (2007), el álbum de "grandes éxitos" que lo tuvo ocupado hasta mediados del año pasado.
Es mediodía y Miguel Bosé tiene sueño. Aunque bosteza cada dos minutos, a ratos se escucha animado, como cuando recuerda las ganas que acumulaba de dar con nuevas canciones. Porque sumando y restando, desde Velvetina (2005) que no mostraba material fresco. "Tenía mucha urgencia, llevaba cinco años sin componer material nuevo. Entonces tenía unas ganas enormes. Cuando tuve el tiempo, me lancé como una fiera con el disco", dice sobre el trabajo que compuso el año pasado en su casa de Madrid y que ahora acaba de salir en tiendas de habla hispana.
Lee la nota aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjanos tu comentario...