En los ochenta fue el hombre más deseado de España y Latinoamérica. Treinta años después, Miguel Bosé sigue causando furor con su guapura, su música y sus ideas.
Hay algo extraordinario en esta sesión fotográfica. Siempre hay nervios y tensión, pero esta vez algo nos tiene como atarantados,expectantes de la aparición de Miguel Bosé. ¿Qué tiene ese hombre que nos pone turulatos cuando todavía ni siquiera lo hemos visto en persona? Lo discutimos y encontramos el motivo en el pasado remoto, en los ochenta, en la infancia de algunos, en la adolescencia de otros: si no estábamos fascinados con él, tuvimos una madre que estaba absolutamente enamorada. Los fotógrafos, asistentes, diseñadores,periodistas y colados tenemos en común haber escuchado o gritado, hace veintitantos años: “¡Miguel Bosé está en la tele!”. Hay una imagen grabada con rayos catódicos en nuestras mentes, que con la plática se sintoniza en la pantalla desteñida y convexa de nuestra memoria: un muchacho en entallado traje rojinegro, con cola, cuernos y tridente,bailando y entonando una canción llamada “Don Diablo”, rodeado de angelitos, los Timbiriche, recién salidos del horno discográfico con su
álbum homónimo, y adoptados como hijastros por el también emergente cantante español.Lee la Nota Aqui
miércoles, 12 de enero de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjanos tu comentario...